domingo, 25 de noviembre de 2007

Mi Real Murcia 1- Real Madrid 1
















El título de esta entrada tiene un doble significado por un lado es "mi" Real Murcia (como es, fue y será de muchos murcianos), por otro me refiero a mi particular partido entre el conjunto pimentonero y el merengue.

Mi particular partido empezó a mediodía cuando fui al Corte Inglés a comprar seis pasteles de carne para la noche futbolera, porque no entiendo esos partidos nocturnos sin una cena a base de pasteles de carne o empanadillas, al igual que muchos de los que habitamos a orillas del Segura.

Los presagios de la gente con la que hablas no son nada halagüeños, y reconozco que los míos tampoco, los últimos resultados y juego (de más a menos) del equipo grana no animan a nada bueno, pero la esperanza es lo último que se pierde, y pienso que no puedo dejar a mi equipo de toda la vida en la estacada, después de verle caminar por los campos de 2ª, de 2ªB y 3ª (¡aquél partido contra el Cotillas, en su campo de tierra que visité en compañía de mis padres!, aquella goleada al Abarán...). No puedo dejar solo al equipo de mis amores, ante la que se avecina, tal vez una mayoría de madridistas (seguramente alguno se ha sacado el carnet para ver al Madrid únicamente) y poca animación.

La tarde se pone fea, las nubes llegan a Murcia, y no tardan en descargar algo de lluvia, intensa al principio. Mi padre, desiste de acudir por los motivos climatológicos, y a punto estoy de hacerlo yo, que he estado con faringitis toda la semana y con la voz de auténtico poseído. Mi madre se hace con unos ponchos de plástico trasparentes de los chinos que valen a euro, por si acaso (mi sitio en Nueva Condomina no es cubierto), y vamos equipados hasta con una manta por si la noche se pone muy fría cubrirnos las piernas varios. Mi hermana y mi cuñado se subirán en autobús, yo me voy con mi madre para NC en mi coche. Son las 6 y media de la tarde. Llego en nada, sólo con la molestia de la lluvia, aparco en las afueras del estadio, donde ya hay gente esperando en la puerta del aparcamiento subterráneo a que llegue el bus del Madrid. Mucho ambiente: Charangas, peñas murcianistas, puestos de churros, banderas, pipas... Nos dirigimos al centro comercial: Las tiendas, los pasillos abarrotados de gente desde el momento de la entrada, pero mi sorpresa es la cantidad de gente con motivos murcianistas: Camisetas pimentoneras de los 80, del anterior ascenso a 1ª, del último, chandals completos o solo una parte, sudaderas, bufandas de todo tipo... Los aficionados con bufandas, banderas o algún otro símbolo del Madrid son muy, muy pocos.

Nos sentamos en un banco frente a un escaparate, después de recorrer varias tiendas, vemos pasar a varios amigos y conocidos, y al final nos sabemos de memoria el escaparate, la ropa que venden y sus respectivos precios, porque estamos allí hasta las 8 y media vespertinas.

Cuesta avanzar para salir del centro por la cantidad de gente que hay, sobre todo en la zona de los bares y cines, y porque hay mucha gente parada viendo el partido de baloncesto o el de fútbol del Barcelona.

A las nueve menos cuarto entro por fin al estadio, que presenta un buen aspecto, aunque aún no se ha llenado. Hay pancartas desfavorables a Andrés Montes (del que diviso su calva si miro hacia arriba desde mi asiento) y favorables -"quiero vivir en Cabo de Palos", decía una-

Salta el Real Murcia a calentar, y el ruido es ensordecedor, también cuando lo hace el Madrid, pero en contra de lo que suponía no tiene demasiado apoyo en la grada.

Primera parte para olvidar del Real Murcia (sobre todo los primeros 15 minutos, que no sé si fue el miedo, respeto o qué, que los jugadores se echan atrás, dejan dominar totalmente al Madrid, o éste domina a los pimentoneros -la discusión de siempre en fútbol- y nos clavan un chicharro, en una muy buena jugada de los blancos, ayer de azul, aunque luego me entero que en fuera de juego.

Salgo a orinar al descanso, me paro a hablar con la gente y vuelvo por el pasillo... Minuto 48, córner a favor del Real Murcia y goooooool. Salto, la gente grita y salta, yo grito o lo intento. El Murcia avasalla al Madrid, a punto de llegar el 2º en varias ocasiones, Goitom tiene una clarísima. En el minuto 82 expulsan a Guti, que se le va la "olla"

Al final un punto que podían haber sido tres, pero...

lunes, 12 de noviembre de 2007

Cumple 50


Pues sí, él, "el toro", cumple cincuenta años.
La compañía jerezana "Osborne" encargó a la empresa publicitaria "Azor" un símbolo para su brandy "Veterano".
No fue hasta principios de los sesenta cuando el toro creció hasta convertirse en un gigante de metal (hasta entonces solo los había de madera y más pequeños, ahora se calcula que un camión puede pasar entre sus patas, un asta mide dos metros, según comentó un programa radiofónico)
Existen toros de Osborne repartidos por toda la geografía española e incluso en Méjico hay alguno. Lamentablemente no quedan ya en la geografía murciana (recuerdo uno entre Cieza y Abarán en la Nacional 301, en lo alto de un cerro).
Tanto la Ley como el Reglamento de Carreteras pudieron suponer la "muerte" del toro pero éste fue protegido por considerarse como símbolo y como bien de interés cultural, en medio de una fuerte campaña en los medios y en la opinión pública, se borraron las letras de la compañía y la marca y se pintaron de negro completamente.
La empresa Osborne realiza un concurso con el motivo de este aniversario: más información:
Larga vida al morlaco!!


lunes, 5 de noviembre de 2007

Tengo esta canción metida en la cabeza...










Y no me la puedo quitar:


Es "Hot Stuff" cantada por Donna Summer. La otra noche me desperté a las cuatro de la mañana y todavía la escuchaba en mi cerebro somnoliento. A la mañana siguiente, igual musiquita en la cabeza. Pegadiza a tope.


¿El motivo de la fijación de esta canción en mis neuronas?
No, no me he dedicado ni me voy a dedicar a hacer "striptease" en público.
El otro día fuí a una oficina del paro y pude comprobar la cruda realidad, y la diferencia entre las oficinas de la Tierras Batuecas, del "Spain is different", y las británicas, al menos las que aparecen en la película Full Monty (y han mejorado mucho al parecer las españolas).
En aquellos momentos que pasé esperando mi turno no hacía más que venirme a la cabeza la cancioncilla?
Menos mal que ahora no estoy en paro, porque vaya tela ponerte a aguardar tu turno...
Gran película por cierto, "Full Monty", ingeniosa y con pocos medios.

sábado, 3 de noviembre de 2007

25 años de aquel "Testigo de Esperanza"




























Era el 31 de Octubre de 1.982.


España era una joven democracia, hacía casi 5 años había votado una Constitución, cerrando heridas con la reconciliación de la Transición política, había salido de un intento militar de golpe de Estado en Febrero del año anterior, y que dada la crisis del Centro-Derecha desde la dimisión del Presidente del Gobierno, Adolfo Suárez (recuerdo su alocución televisiva de aquellos momentos, vagamente, en un Grundig de colorines), era un país donde se veía venir lo que se llamó "el cambio" que llegó con la victoria socialista del 28 de Octubre de ese año 1982.


Había sido un año marcado por aquel Mundial de fútbol celebrado en tierras hispanas...


El presidente del Gobierno en funciones aquel 31 de Octubre era Leopoldo Calvo-Sotelo (aún me acuerdo de aquel chiste que contaba por aquel entonces el genial Tip en cierta sala de fiestas madrileña: "¿En qué se parece el Presidente de Portugal al Presidente de España?, "Pues en que el Presidente de Portugal se llama Pinto Balsemao, y el de España tiene cara de embalsamao", -que me perdone Don Leopoldo-


Era el 31 de Octubre de 1982..., cuando por primera vez un Papa, Juan Pablo II, visitaba de manera oficial España. Era el primer Papa no italiano desde 1522, el primero de nacionalidad polaca, país situado tras el "telón de acero" y sometido a una fuerte dictadura militar comunista. Era como un paralelismo con aquella película, "Las sandalias del pescador".

Quién iba a decir entonces este Pontífice influiría en hacer caer todo el llamado"bloque del Este", que sería parte importante en "derribar el Muro" siete años después, cayendo todas las autodenominadas "Repúblicas Democráticas" (dime de lo que presumes...)

Eran tiempos de miedo al "invierno nuclear", al botón de los misiles, de la postguerra de las Malvinas (recién terminada), de Reagan (herido de bala en un atentado meses antes), de la dama de hierro Thatcher, de la URSS dirigida con mano férrea por Leónidas Breznev (aquel "cejas" que tanto acojonaba a media Europa, y que fallecería a principios de aquel Noviembre), de guerra en Afganistán, etc.

En aquellos años tumultuosos (cuáles no los han sido), aquella figura universal, de nombre Karol Josef Wojtyla, visitaba España.


Era un Papa muy distinto al que muchos han conocido, relativamente joven, erguido, de andares valientes, que se inclinaba para arrodillarse y besar el suelo del país que pisaba por primera vez, era su voz potente y profunda, físicamente se encontraba bien, y eso que un año antes (un 13 de Mayo, día de la Virgen de Fátima) había sido herido gravemente en un atentado en la misma Plaza de San Pedro, del que se salvó milagrosamente (nunca mejor dicho. El " tercer secreto" de Fátima se puso de manifiesto años después en relación con el atentado).
Precisamente el atentado hizo cancelar toda la agenda papal de viajes y retrasar el viaje a España, que inicialmente estaba preparado para que el Papa estuviera presente en la apertura del IV centenario de la muerte de Santa Teresa de Jesús, como no pudo ser se reprogramó la visita para la clausura de dicho centenario, a principios de Octubre, y finalmente para no coincidir con la campaña de las elecciones generales, tuvo lugar un último retraso y programación del viaje, fijándose definitivamente (con el lema "Testigo de Esperanza) del 31 de octubre al 9 de noviembre y posponiéndose la clausura del Año Teresiano al día 1 de noviembre.



El Santo Padre visitó 18 ciudades (Madrid, Ávila, Alba de Tormes, Salamanca, Guadalupe, Toledo, Segovia, Sevilla, Granada, Loyola, Javier, Zaragoza, Montserrat, Barcelona, Valencia, Moncada, Alcira (donde tuvo el gesto de romper su agenda y el protocolo y encontrarse con los damnificados por las recientes inundaciones y ruptura de la presa de Tous) y Santiago de Compostela.



El 5 de Noviembre de 1982, a la Ciudad de Granada acudió, en compañía de sus padres y hermana, el que esto escribe.

Allí comimos en casa de unos amigos (una familia numerosa, uno de los hijos había estado días antes en el impresionante encuentro con los jóvenes en el Bernabéu, y nos lo enseñaba en su vídeo "Beta"), poco después de comer, salimos hacia el lugar donde iba a celebrar el Papa la misa. Otros amigos de mis padres que nos habían acompañado en el viaje decidieron quedarse a verlo pasar "desde la ventana del Hotel"(sic).



Nos dirijimos al Polígono del Almanjáyar, que así se llamaba el lugar, era una zona en la periferia de Granada (hoy creo que deprimida), entonces en vías de desarrollo. Llevábamos un identificativo de la Diócesis a la que pertenecíamos, pero fuímos "a nuestra bola" y nos pusimos bastante alejados de donde estaban nuestros paisanos y bastante alejados del altar. El Papa había estado por la mañana en Sevilla y se dirigió al aeropuerto para llegar a la Ciudad de los Cármenes esa tarde, aunque algo se hizo esperar (los sevillanos y su alegría natural lo retuvieron con razón algo más de la cuenta)



Nada más hablar, oír esa voz fuerte y potente, como dije la gente empezó a gritar, a corear su nombre. Nos hicimos amigos de nuestros compañeros de al lado, y estuvimos aquellas horas oyendo y viendo de lejos a Juan Pablo II. Mi edad me impide recordar qué dijo aquella tarde el Papa, su mensaje.



Salimos por un sitio, un poco antes que la multitud para evitar la aglomeración, y nos colocamos en una calle. ¡Cuál fue nuestra sorpresa al ver salir al "Papamóvil" a escasa velocidad y al Santo Padre en él! Lo recuerdo perfectamente aún, la luz azulada del interior del coche, el Papa con su traje blanco y su capa roja ribeteada en dorado. Justo delante de nosotros (no había prácticamente nadie al lado) nos miró y nos bendijo... No lo olvidaré nunca aquel encuentro casual o buscado. Nunca le volvería a ver tan cerca. Sé que es una tontería, que hay gente que ha tenido audiencias, pero yo aquéllos instantes los recuerdo como si de una audiencia conmigo, con aquél niño, y con su familia, se tratase.



El Papa dejó aquellos días un imborrable recuerdo en España y en mí.



Con el tiempo, su actuar en la "silla de San Pedro" ha llegado a que hoy se le quiera hacer (y creo que con motivo) "Santo Súbito".


jueves, 1 de noviembre de 2007

Días de Don Juan Tenorio.


Días curiosos éstos, vísperas y días 1 y 2 de Noviembre. Recordamos (aparte, claro de otros días) lo poco que somos y que tenemos que morir, que estamos de paso por este mundo. Recordamos a nuestros seres queridos, familiares y amigos y visitamos los cementerios, los lugares donde se encuentran sus restos físicos, aunque durante el año tal vez les recordemos por donde estaban o que hacían cuando estaban con nosotros.
Se ha implantado la costumbre anglosajona del "Halloween", y se conservan en España además de la visita a los cementerios citada antes, la de ciertos postres como los buñuelos o los huesos de santo.
Pero una de las costumbres que más me gusta de esta época es que siempre haya una función del "Tenorio", en Murcia a través de la Compañía de Cecilio Pineda, y en pueblos y ciudades de España, tradición que se ha ido perdiendo. En alguna televisión puede que pongan alguna versión de la obra de José Zorrilla (curioso que tenga su nombre un campo de fútbol).
Aparte de aprender artículos del Código civil y Ley Hipotecaria, mi padre y yo, conservamos la curiosa habilidad memorística de aprender algunos trozos de esta pieza teatral, algunos ejemplos: "¿La Hostería del Laurel? .- En ella estáis, caballero. - ¿Está en casa el posadero? - Estáis hablando con él"; o el "Cuán gritan estos malditos, pero mal rayo me parta, si en terminando esta carta no pagan caro sus gritos"; el "Yo a las cabañas bajé, yo a los palacios subí,... y en todas partes que fuí, en todas partes hallé, memoria amarga de mí", "Muertos a quien yo maté, no os podéis quejar de mí, si buena vida os quité mejor sepultura os dí", o cuando leen la carta "...Doña Inés del alma mía... Y la firma de don Juan"; por no hablar de la clásica escena del sofá (tantas veces versionada, metida en chistes incluso)
Eso (el habla en verso, tan burlonamente referida a otras obras no a "Don Juan", por Pedro Muñoz Seca en su "Venganza de Don Mendo", de la que también recuerdo algunas escenas), y el aspecto fantasmagórico de la segunda parte con el pintoresco "Convidado de Piedra", el Comendador Don Gonzalo de Ulloa, padre de Doña Inés ya fallecida, invitado a la casa de "su" Don Juan, son aspectos que me encantan de esta obra.
Por cierto siempre he visto la versión de "Don Juan" de Zorrilla, nunca las "condenatorias" del personaje hechas por otros autores como Goethe o Moliere (tampoco la ópera "Don Geovanni", que tiene que ser una gozada)
Ojalá que no se pierda esta tradición, aunque algunos digan que es más español el Quijote que Don Juan (no entiendo porqué, lo que yo creo es que son dos arquetipos universales)