domingo, 6 de abril de 2008

Los mitos del cine nunca mueren


Acabo de enterarme.

Nos ha dejado una figura histórica del cine. Una estrella ha subido al Cielo.

Independientemente de su polémica presidencia de la Asociación Nacional del Rifle Americana, por la que muchos le achacan y menosprecian incluso después de fallecer (no se le recuerda por su defensa de los derechos humanos, especialmente en los sesenta respecto a los afroamericanos, que le valió la medalla de la Libertad), Heston es y será un actor de la más alta categoría dentro de este arte.

Lamentablemente la maldita enfermedad del Alzheimer hace algunos años le había apartado de la vida pública y parece que ha hecho que nos tengamos que despedir de él, al menos como persona.


Ahí quedan para siempre sus papeles en películas como Ben-Hur; él era el que montaba El Mayor Espectáculo del Mundo, el Moisés de Los Diez Mandamientos (Aquel impresionante "Contemplad el poder del Señor" y la separación de las aguas del Mar Rojo... Luego se reía el mismo y dicen que al llegar al Hotel decía que era decepcionante no separar las aguas de la bañera), era aquel Cid junto a Jimena-Sofia Loren rodado en España (como otras películas de la época), aquel tipo despiadado y sin corazón que se casa por poderes en Cuando Ruge la Marabunta, pero que abrumado por la llegada de unas hormigas salvajes cambia su parecer (una de mis favoritas. ¡Como puede uno despreciar a una mujer como Eleanor Parker!); aquel Señor de la Guerra encerrado en su torre feudal frente al amor que siente por una plebeya; aquel capataz del rancho de Texas obstinado y rudo frente al personaje del caballero llegado del Este (Gregory Peck) en Horizontes de Grandeza; el hombre que habla y maldice, maldice las guerras en El Planeta De Los Simios; el Mayor Dundee que se marcha a Méjico con un pequeño escuadrón integrado por federados y confederados; el Miguel Ángel del Tormento y el Extasis ("¿cuándo vas a terminar?" -La Sixtina-, "Cuando lo acabe"), el personaje de Sed de Mal, de 55 días en Pekín, Kharthum, Aeropuerto 75, El Último Hombre Vivo, y... de tantos otros

Sobre todo recuerdo su inolvidable personaje de Judá Ben-Hur, en un momento de aquella película (récord de "Oscars", para mí incomprensiblemente igualada por "Titanic") pedía agua y no se la daban, pero él ve una figura que aparece de entre el pueblo, que le da de beber. Hoy Charlton Heston, John Charles Carter, ha repetido esa escena pero esta vez de verdad.

Siempre inolvidable.

Página oficial:

http://charltonhestonworld.homestead.com/GREETING.html

Obituario de L.A. Times
http://www.latimes.com/news/obituaries/la-me-heston6apr06,0,6682568.story

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