Farrah

Hace unos días escribí en este blog sobre las series policíacas de los 70. Hablé entre otras de "Los Ángeles de Charlie", que ahora emiten algunas televisiones autonómicas entre ellas 7RM.
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La aparición de esa serie fue algo novedoso. Era el año 1976 (en España no se emitió hasta 1978, en horario nocturno, creo que los domingos, luego pasó a los sábados por la tarde). Era una época especial para los españoles (la Transición).
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Era una serie de unas chicas detectives muy bellas, pero especialmente destacaba una (aparte de la gran Jacklyn Smith, estupenda). Me estoy refiriendo a Farrah Fawcett (inicialmente llamada Farrah Fawcett-Majors, por el apellido de su marido, Lee Majors, un actor de seriales de los 70).
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Recuerdo haber visto a la Fawcett en "La Fuga de Logan", haciendo un papel de mala, malosa. Poco tiempo después empezaría su etapa de una entonces novedosa serie, "Los Ángeles de Charlie".
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La actriz estuvo en la primera temporada de la serie (sería sustituída por la también ángel rubia Cheryl Ladd, bellísima), pero dejó huella. Según he leído por ahí por exigir aumento de salario para la segunda temporada, por otro lado por la idea de comenzar carrera cinematográfica más en serio. Salió mal parada del pleito que tenía con los productores por abandonar la serie, y tuvo que actuar como compensación en algún episodio esporádico de otras temporadas. Sin embargo, en publicidad era una auténtico icono, del famoso poster que ilustra esta entrada, con el bañador rojo, se editaron 12 millones de copias.
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Farrah era una "sex symbol" de la época: Hacía anuncios de dentrífico, de champú... Le surgieron imitadoras. Su pelo fue copiado hasta la saciedad, por las chicas de dentro y fuera de las cámaras.
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Sin embargo en el cine no le iba bien. Decían que los productores de la serie tenían sus contactos para que la rubia de la melena leonina no pudiera intervenir en papeles de filmes de relumbrón. Eso sí, algún telefilme de lujo, merced a su esposo Lee Majors, del que se separó.
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Conoció a Ryan O'Neal, y con el protagonista de "Love Story" vive, parafraseando el título de esta última película, una verdadera Historia de Amor, pero también de odio, de encuentros y desencuentros, que dura hasta hoy, cuando la enfermedad que sufre la bella, tiene a ambos unidos (O'Neal igualmente está enfermo, aunque parece se recupera). No envejecía demasiado bien, y algún retoque no fue demasiado afortunado. Se la recuerda en "Los Locos de Cannonball", o en "Pobre niña rica" (premonitorio).
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En 1997 rompió con O'Neal, y posteriormente se casó con James Orr, a quien denunció por malos tratos, y del que se divorció, y volvió con su anterior pareja, a raíz de la enfermedad de ambos.
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Porque Farrah tiene esa maldita enfermedad, que me asusta sólo escribirla, sólo pronunciarla. Esa de la que cuando era pequeño, en la época de "Los Ángeles de Charlie" se decía en programas de televisión, se decía que, para estas alturas de los tiempos en que estamos, ya existiría cura.
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Farrah ha afrontado con valentía su enfermedad, y no se ha escondido de ella, incluso ha hecho un documental, que puede verse en Youtube (por respeto no lo enlazo siquiera) "Farrah's Story" (fue emitido el pasado 15 de Mayo, y ha tenido audiencias millonarias en la NBC norteamericana, en horario de máxima audiencia), donde se recoge su lucha con la maldición de los últimos siglos, sus momentos más duros y sus mejorías. Según decía O'Neal "Es una roca".
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Ahora dicen que se va, que el desenlace es inminente (aunque también dicen que aún queda esperanza, su hijo, adicto a las drogas, ha ido a visitarla, dicen que para despedirse de ella).

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Sus últimos días (por expreso deseo de su pareja, Ryan O'Neal, pero no se sabe a ciencia cierta) no se emitirán por televisión. Me parece bien salvaguardar su intimidad.
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Yo prefiero recordarla con ese bañador rojo, o en con sus imágenes en la pequeña pantalla de cristal de un viejo televisor Grundig de color primigenio, mientras una voz dice: "Había una vez tres muchachitas... que fueron a la Academia de Policía. Se les asignaron misiones muy peligrosas. Pero yo las aparté de todo aquello y ahora trabajan para mí. Yo me llamo Charlie", y, a continuación suena una fantástica sintonía...