El pasado sábado, después de la consabida juerga cumpleañera con Rentins y cías. (a la que haré referencia oportuna en otra entrada oportuna, si es oportuno vamos y no me dan las uvas), con algo de resaca por los Mohinders esos o como los llame la peña (sí, creo que tenía un poco al levantarme. El desentreno, que no el desentreno), bueno, el pasado sábado (que hago más paréntesis que mi profesor de Derecho Político y Constitucional) ejercí de tío, y acompañé a mis queridas sobrinas y a mi hermana y cuñado al Parque "Terra Natura Murcia", en Espinardo.
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En líneas generales el parque me causó una grata impresión, se encuentra en una atalaya en Espinardo, frente a la pista de Los Rectores (estadio de reconocido prestigio, tras el Agridulce Stadium Arena), y es una delicia en un día tan bonito como hizo el sábado dar un paseíco por allí. Nada más entrar te realizan una foto (yo pasé de posar, y lo hicieron las niñas), como en los zoos grandes. A la entrada se sitúa la tienda (más bien para la salida), y un bar, y un restaurante, y a través de un vagón antiguo abierto, y a través de unos cristales se ven los leones sentadicos, luego viene un puente "semicolgante" bajo el cual puedes observar cebras, avestruces, antílopes, ñus...
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Entras luego en zona de Fauna Ibérica, cual Félix Rodríguez, tras una zona de descansillo, con sus miradores hacia Espinardo y la "capi" (menudas vistas), entramos, una vez pasada una puerta de seguridad (las hay a lo largo de todo el recorrido) en la montaña, como si fuéramos Contador y Valverde. Observamos unas pequeñas cabritas, junto a nosotros (con una pequeña valla por medio) en lo alto de un peñasco se encontraba un émulo de la cabra de la Legión, que nos dió un pequeño sustico porque al ver que llevábamos comida bajó como si fuera un Ferrari a pedir que la echáramos argo. Cogimos unos kikos, y pienso y demás, y mi señor cuñado puso la mano, escondiendo el bote con el resto de comida, pero la cabra no se conformaba... Se apoyó con las patas delanteras en la valla como si fuera una persona, y puso cara de "de aquí no me bajo, y salto si no me dáis más". Y le dimos más a la tía, o sea la cabra.
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Luego los osos, una gozada, se las saben todas, y se ponen a dos patas desde el foso donde están para que les tires una manzana o una zanahoria. Luego, los patos, las nutrias... El lobo (solitario, realmente porque sólo había uno). Y las jirafas que a mi sobrina mayor le encantaron porque les dió de comer sin ningún miedo por parte de la zagala.
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Terminamos la tarde en el parque comiendo en el restaurante del mismo, el "Carnívoro", donde se pueden degustar carnes exóticas (cocodrilo, canguro o avestruz) o ir a lo más normal. Te sientas a comer, y través de los ventanales, ves delante a los leones durmiendo la siesta o paseando. También tiene un bar con buena pinta. Muy cerca un hipopótamo con su cría (menudos bichos!!!)
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En resumen un buen sitio para pasar un buen ratico en Murcia mismo.
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En líneas generales el parque me causó una grata impresión, se encuentra en una atalaya en Espinardo, frente a la pista de Los Rectores (estadio de reconocido prestigio, tras el Agridulce Stadium Arena), y es una delicia en un día tan bonito como hizo el sábado dar un paseíco por allí. Nada más entrar te realizan una foto (yo pasé de posar, y lo hicieron las niñas), como en los zoos grandes. A la entrada se sitúa la tienda (más bien para la salida), y un bar, y un restaurante, y a través de un vagón antiguo abierto, y a través de unos cristales se ven los leones sentadicos, luego viene un puente "semicolgante" bajo el cual puedes observar cebras, avestruces, antílopes, ñus...
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Entras luego en zona de Fauna Ibérica, cual Félix Rodríguez, tras una zona de descansillo, con sus miradores hacia Espinardo y la "capi" (menudas vistas), entramos, una vez pasada una puerta de seguridad (las hay a lo largo de todo el recorrido) en la montaña, como si fuéramos Contador y Valverde. Observamos unas pequeñas cabritas, junto a nosotros (con una pequeña valla por medio) en lo alto de un peñasco se encontraba un émulo de la cabra de la Legión, que nos dió un pequeño sustico porque al ver que llevábamos comida bajó como si fuera un Ferrari a pedir que la echáramos argo. Cogimos unos kikos, y pienso y demás, y mi señor cuñado puso la mano, escondiendo el bote con el resto de comida, pero la cabra no se conformaba... Se apoyó con las patas delanteras en la valla como si fuera una persona, y puso cara de "de aquí no me bajo, y salto si no me dáis más". Y le dimos más a la tía, o sea la cabra.
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Luego los osos, una gozada, se las saben todas, y se ponen a dos patas desde el foso donde están para que les tires una manzana o una zanahoria. Luego, los patos, las nutrias... El lobo (solitario, realmente porque sólo había uno). Y las jirafas que a mi sobrina mayor le encantaron porque les dió de comer sin ningún miedo por parte de la zagala.
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Terminamos la tarde en el parque comiendo en el restaurante del mismo, el "Carnívoro", donde se pueden degustar carnes exóticas (cocodrilo, canguro o avestruz) o ir a lo más normal. Te sientas a comer, y través de los ventanales, ves delante a los leones durmiendo la siesta o paseando. También tiene un bar con buena pinta. Muy cerca un hipopótamo con su cría (menudos bichos!!!)
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En resumen un buen sitio para pasar un buen ratico en Murcia mismo.
3 comentarios:
Por cierto, acabo de terminar el magnifico libro que me regalaste... millones de gracias!!!
Ya te dije q precisamente le habia echado el ojo, y la verdad es que lo he disfrutado un monton.
Yo tb tengo que subir a mi blog la entrada correspondiente al agape... ay, cuanto lio y q poco tiempo para las cosas importantes :-)
Entre unos y otros me estais despertando el gusanillo por ir al Terra Natura... y mira que esta al ladico de la casa de mi padre, q comemos y cenamos alli un par de veces por semana...
Lo ví y presentí que te iba a gustar, me alegro que "acertara".
Pues sí, te recomiendo que vayas a Terra Natura, no es un gran parque zoológico al estilo de Madrid o Barcelona, pero está muy bien, tiene su "aquél" y es un paseíco muy saludable, y es verdad lo tienes muy cerca. Cuando empezó nosotros jugábamos algún sábado en Los Rectores, que está enfrente prácticamente.
Y no se te olvide al entrar comprar comida para los bichos, que es muy divertido :)
Ay, el mítico Agridulce Arena...
Me apunto el consejo y me provisionaré de comida para las fieras.
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