En recuerdo de todos los murcianos y los forasteros que han compartido estas fiestas con nosotros a lo largo de estos años. Estén donde estén.
Lo que comenzó una fiesta de estudiantes a mediados del siglo XIX se ha convertido en un festejo de interés internacional.
Un abrazo de este murciano que les quiere...
Ahí queda la letra del Himno Sardinero. ¡Hasta 2010!
Albricias, sardineros. La cabalgata llega.
La anuncian los jinetes
y un clamor de trompetas.
Trueca la noche en día. El aire se empavesa,
con iris de bengalas,
y crepitar de estrellas.
Con zumo de ilusiones el corazón se llena
y brinda por el triunfo
de Palas Atenea.
Tal es el sortilegio de esta fiesta ideal
que aquel que lo haya visto
no la olvida jamás.
Maravilloso cortejo sardinero
llenas a Murcia de tu ilusión
y hasta su noble escudo retorcido
es una roja flama de hachón.
En la abrileña noche, cuando el Entierro pasa,
despierta Murcia en una
salutación pagana.
Júpiter nos preside. Vulcano da en su fragua
y Venus, cual la luna,brilla,
desnuda y casta.
Resurja como antaño la admiración murciana
entre el humo votivo
de hachones y bengalas.
Léguese el entusiasmo haciendo perdurar
el abolengo de esta
fiesta tradicional.
Maravilloso cortejo sardinero
llenas a Murcia de tu ilusión
y hasta su noble escudo retorcido
es una roja flama de hachón.
Albricias, sardineros. La cabalgata llega.
La anuncian los jinetes
y un clamor de trompetas.
Trueca la noche en día. El aire se empavesa,
con iris de bengalas,
y crepitar de estrellas.
Con zumo de ilusiones el corazón se llena
y brinda por el triunfo
de Palas Atenea.
Tal es el sortilegio de esta fiesta ideal
que aquel que lo haya visto
no la olvida jamás.
Maravilloso cortejo sardinero
llenas a Murcia de tu ilusión
y hasta su noble escudo retorcido
es una roja flama de hachón.
En la abrileña noche, cuando el Entierro pasa,
despierta Murcia en una
salutación pagana.
Júpiter nos preside. Vulcano da en su fragua
y Venus, cual la luna,brilla,
desnuda y casta.
Resurja como antaño la admiración murciana
entre el humo votivo
de hachones y bengalas.
Léguese el entusiasmo haciendo perdurar
el abolengo de esta
fiesta tradicional.
Maravilloso cortejo sardinero
llenas a Murcia de tu ilusión
y hasta su noble escudo retorcido
es una roja flama de hachón.
5 comentarios:
Hola, acabo de descubrir tu bitácora. Me ha parecido interesante; la añado a mi lista de blogs. Un saludo, desde mi lugar de la Huerta.
Siempre es agradable recibir visitas nuevas. Muchas gracias lugareño por los halagos. Voy a mirar en tu blog...
Ok. Igualmente he añadido ambos blogs a mi lista...
Que momento mas magico la quema de la sardina y el posterior castillo de fuegos artificiales... ese olor a polvora, la muchedumbre, el sonido de los pitos y los martillos de plastico repartido en el recien finalizado Entierro...
Y el año pasado además a mí ese momento fue el de la quema de mi jersey, que se vió "salpicado" por las cenizas de la sardina que llevaba el viento...
Bueno, y además de esos sonidos hay que añadir el de sonido de los himnos: El Sardinero, el de Murcia (la Ciudad, casi desconocido por muchos), y el de España...
¡Ah! y este año el Gran Pez, Pepín Liria ha disfrutado como pocos, se notaba que el tío lo "vivía ". ¡Cómo repartía juguetes desde lo alto de la carroza de "Polifemo"! Iba a un montón de revoluciones, qué natural y qué diferencia con otros predecesores suyos
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