Decididamente estoy mayor, o eso parece: En "unos conocidos grandes almacenes" (o sea "El Corte Inglés") sus bellas dependientas no paran de llamarme de usted, me salen canas (tal y como comenté hace días) y ahora... Ahora no es que me pase como a Athena, que se conserva estupendamente, es que, para colmo, he descubierto que el fútbol-sala pachanguero es un deporte de riesgo, a mis años, y debo dejarlo porque estoy mayor.
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Ayer, sin ir más lejos, hablo con un amigo y le comento que un día de la semana no puedo ir a cierto lugar porque juego al fútbol-sala. Me responde extrañado, diciendo que a mi edad, jugar al fútbol, y es malísimo para las rodillas.
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Hombre, no lo de llegar a lo de Donato, Zoff o incluso el longevísimo "Matusalén" Stanley Matthews (un caso insólito en fútbol profesional, como ya indiqué en la entrada que he "linkeado"). Fueron gente muy preparada para competir a alto nivel tantos años. Pero, precisamente porque no soy profesional y no se me exige tanto, me había hecho ilusiones: Tenía pensado llegar, por lo menos, a lo de Sir Stanley, salvas sean las coronarias.
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No soy hipocondríaco (creo), pero de todas formas, yo siempre me preocupo por mis rodillas en las pachangas jovedinas y sabatinas... , pero no por la artrosis, sino porque te pueden dar un leñazo. Y es que algunos piensan que juegan la "Champions League".
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Bueno, no sé si tendré que dedicarme a la petanca o al golf... "más apropiados para mi edad". Me niego...
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