Hubo un tiempo en que existía la mejor televisión de España. Era la única, bueno, eran dos, que eran la misma: La primera cadena y el UHF, después conocido como la segunda cadena. La pública era la televisión que servidor vivió en tiempos de la Transición, en su más tierna "infantitud". Era una televisión "inocente" en muchos aspectos (comparada con la de ahora, llena de intromisión en la vida de famosos o presuntos famosos, cotilleo, violenci y demás), eso sí, manipulada políticamente (¿por qué no decirlo?) por el poder de turno, pero una televisión con programas de producción propia de muchísima calidad, y bastante variada (no enumero porque los ejemplos serían muchos).
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En aquella época de mi niñez, adolescencia y juventud, el fútbol se emitía una vez a la semana, el sábado, o como mucho dos (si había jornada europea), y las noticias deportivas se limitaban a ser eso: noticias deportivas (variadas), no centradas exclusivamente en el fútbol. No había el hartazgo balompédico actual en las ondas.
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Llegaron las ansiadas televisiones privadas, en las que muchos (yo incluído) tenían puestas sus esperanzas, con una Ley bastante polémica en su día. Se entendió que, puesto que la televisión es un servicio público -ahora lo de tv-servicio público puede dar lugar en muchos casos a doble sentido-, el régimen de las mismas sería el de una concesión administrativa, lo cual produjo en su día dádivas por parte del Gobierno de turno, todo ello empezando por la creación de un canal privado de pago, algo que en su día hizo llevar las manos a la cabeza a más de uno.
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En aquella época de mi niñez, adolescencia y juventud, el fútbol se emitía una vez a la semana, el sábado, o como mucho dos (si había jornada europea), y las noticias deportivas se limitaban a ser eso: noticias deportivas (variadas), no centradas exclusivamente en el fútbol. No había el hartazgo balompédico actual en las ondas.
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Llegaron las ansiadas televisiones privadas, en las que muchos (yo incluído) tenían puestas sus esperanzas, con una Ley bastante polémica en su día. Se entendió que, puesto que la televisión es un servicio público -ahora lo de tv-servicio público puede dar lugar en muchos casos a doble sentido-, el régimen de las mismas sería el de una concesión administrativa, lo cual produjo en su día dádivas por parte del Gobierno de turno, todo ello empezando por la creación de un canal privado de pago, algo que en su día hizo llevar las manos a la cabeza a más de uno.
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Surgió una televisión codificada, se crearon chistes sobre ello, con la "cortinilla" con los ruiditos (lo bueno era llegar con unas copitas a casa, y ver el plus los sábados codificado, había quien distinguía "algo" entre las líneas del codificado). Muchos españolitos confiamos en ver esos partidos a través del canal de pago en cuestión, y, a cambio, encontramos una televisión de calidad, que emitía cine sin cortes publicitarios, y daba el fútbol extranjero (ligas inglesa e italiana), así como el nacional, sobre todo, de forma bastante notable (en cuanto a cámaras y despliegue de medios) nunca vista en nuestro país, aparte de las retransmisiones de los toros (una pasada). Luego se hizo digital, convirtiéndose en plataforma vía satélite. Los estrenos televisivos de películas recientes de los viernes han hecho época.
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El invento creció y se convirtió, merced a una fusión con Vía Digital (desastrosa programación la suya) en una plataforma única digital, convirtiéndose en monopolio total de la televisión digital.
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De repente surgió, y creció poco a poco, al amparo del nuevo Gobierno, un nuevo grupo mediático, que creó un canal de televisión, y se hizo pronto con los derechos del Mundial de Fútbol de Alemania 2.006, a pesar de la escasa implantación aún de la TDT (método por el que cubría la mayor parte del territorio español), que hizo que se publicitara como "antenízate". El interés general, que para determinados acontecimientos deportivos se implantó por Ley en la legislatura anterior, pasaba a mejor vida (ya estaba moribundo, ya que los partidos en abierto eran de escasa calidad, en muchos casos).
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Este grupo mediático, fue cobrando fuerza, a la vez que el otro, al que me he referido en primer lugar, fue perdiéndola, a la par que el uno aumentaba el favor gubernamental. Surgió la "guerra del fútbol", por los derechos televisivos, llegando el primero, Mediapro a emitir en abierto todos los partidos sobre los que tenía derechos, una "carga de profundidad" en Sogecable.
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Este año, cuando parecía que iba a llegarse a un acuerdo, en pleno "puente" de la Virgen de Agosto, el Consejo de Ministros aprobaba de urgencia la TDT de pago. Ayer se aprobaba la Ley.
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Servidor no sabe si apuntarse a Canal + Liga o a Gol TV. Según el Gobierno y algún grupo mediático (distinto al favorecido, y curiosamente antagonista del desfavorecido, dígase El Mundo) esto es beneficioso para todos. No entiendo por qué si la televisión es servicio público tenemos que pagar 15 euros más por ver fútbol (y en el futuro no se sabe si para cine o para otros programas u otros deportes) . Sí, es mejor pagar 15 euros al mes, que 12 por partido en taquilla televisiva, pero... lo cierto es el favor, y el monopolio, el nuevo monopolio.
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Lo beneficioso sería ver los partidos de fútbol en abierto, al menos los de uno de los dos mejores equipos del mundo, que están en este país. Tampoco entiendo la postura de algún diario deportivo diciendo al día siguiente que"el que quiera ver fútbol que lo pague".
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Aparte del lío de horarios (el Cartagena jugó la semana pasada a las 4 de la tarde un sábado), y de partidos (para algunos habrá que hacer un esquema para entenderlo: Las autonómicas y la Sexta televisan uno los sábados, eligen; luego el Plus da uno los domingos por la noche, aparte del de segunda por la mañana; Plus Liga da dos de primera y dos de segunda; Gol TV (de la Sexta) da tres y dos; pero el Liga Plus tiene el Mundial 2010, sin embargo el Gol Tv tiene la Champions, pero el la Champions la tiene TVE y las autonómicas, que eligen primero, y Plus Liga tiene sin embargo la antigua UEFA (ahora se llama Europa League)... Un galimatías.
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Hoy el fútbol, mañana la Fórmula 1, el baloncesto, y quien sabe el cine u otros programas.
Si la televisión es servicio público, incomprensible.
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