martes, 30 de noviembre de 2010

Y volviendo a todo esto: Adiós a la "Y" griega, ye-ye...

Llevo varios días desconectado, por motivos varios, del mundo bloguístico, propio y ajeno.
He ojeado algunos blogs amigos. No he podido comentar el fallecimiento de alguien tan querido como Luis García Berlanga (del que afortunadamente pude volver a ver esa fantástica película que es "Bienvenido Míster Marshall", divertida, esperpéntica y amarga a la vez). Dejo atrás el mes de Noviembre, y no he hablado del Tenorio...
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Eso sí, no quería pasar por alto la reforma im-presionante de la ortografía de la lengua castellana o española (como quiera sea que se llame, que ya hasta lo dudo, como es lo correcto).
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Desconozco el porqué la "Y" griega de toda la vida, pasa a ser la letra "Ye" (las últimas letras del alfabeto están bastante manidas últimamente por diversos motivos). No me veo a los niños en el colegio diciendo el alfabeto "...Equis, Ye y Zeta".
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Me recuerda esto hasta la "reforma" del Padrenuestro (para los que aún somos creyentes) que hizo la Conferencia Episcopal, cuando cambiaron entre otras cuestiones el "y perdónanos nuestras deudas, así como también nosotros perdonamos a nuestros deudores", por el "y perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden". Un amigo que hacía años que no iba a misa, volvió para el bautizo de la hija de otro amigo común nuestro, y alucinaba porque ya no se sabía lo que le había enseñado de crío.
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Debo confesar que las reformas que más fastidiaban (por decirlo finamente) eran las legislativas cuando estaba estudiando oposiciones. Era muy gracioso estudiarte un articulito (muchos de memoria) y al poco el legislador (ese hombre) te añadía un párrafo, te dejaba un artículo sin contenido (lo mejor), te añadía (o añade) un artículo "bis" o "ter" (incluso), o te modificaba toda una redacción.
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Todo va evolucionando, el lenguaje también. Pero ¿también los nombres de las letras? Olvidemos el pasado griego, y de paso el latino (porque la "i" ya no tendrá porqué ser "latina"), del idioma de 500 millones de hablantes. La "Che" feneció, la "elle", igual. Aceptable. Pero ¿"ye"?. Dicen que se trata de unificar nombres de las letras con otros países. Lo siguiente será la b alta, b baja y demás, probablemente.
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Otras especialidades de esta reforma de la ortografía: Ya no habrá problemas en los exámenes, ya no habrá padres que reprochen a sus hijos "hay que leer", porque se escribirá siempre "solo" y nunca "sólo", siempre "este", "ese" o "aquel" (aún siendo pronombres).

También podrán muchos escribir tranquilos sin poner tildes entre cifras, y podremos escribir: "Tengo 4 o 5 pares de zapatos", con lo que se entendería que vives en un palacio, porque cuatrocientos cinco pares de zapatos es difícilmente superable por los mortales comunes y corrientes. Truhán y guión también dejan de llevar tilde (no se sabe la razón)
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En fin, no sé la idea de qué "cráneo privilegiado" habrá partido, pero me parece igualar "por abajo", tirar por el camino de enmedio, y olvidar normas ortográficas que están para algo.
Me parece que seré como los que escribían hace años "fe" (y monosílabos) con tilde, pero yo, señores de la R.A.E. creo que haré objección de conciencia mientras pueda, y ahora creo que voy a tomarme un café solo (adivinen si me lo voy a tomar sin leche, o es que no voy a estar acompañado)


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