martes, 27 de noviembre de 2012

"El Tiempo Pasará", pero la magia del cine, no. Siempre tendremos "Casablanca".


"Es cierto que perteneces a Victor. Eres parte de su obra, eres su vida. Si ese avión despega y no estás con él, lo lamentarás, tal vez no ahora, tal vez ni hoy ni mañana, pero más tarde, toda la vida. Siempre nos quedará París. No lo teníamos, lo habíamos perdido, hasta que viniste a Casablanca, pero lo recuperamos anoche. Nunca me dejarás, yo también tengo mi labor que hacer, y no puedes seguirme adonde voy, en lo que voy a hacer no puedes tomar parte... Yo no valgo mucho, pero es fácil comprender que los problemas de tres pequeños seres no cuentan nada en este loco mundo. Algún día lo comprenderás... Ve con él, Ilsa.".


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Como he dicho en alguna ocasión en este blog, respecto a la crítica cinematográfica, "doctores tiene la Iglesia".
Queda, pues, fuera de mi pretensión realizar una exposición técnica. Aprecio, a mi leal saber y entender, por ejemplo, las cualidades de la estupenda fotografía en blanco y negro.
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Como aficionado, puedo hablar de la llamada "magia del cine", de una película especial para tantas generaciones durante estos 70 años...  Parafraseando a Rick, de todas las películas de cine, ha tenido que entrar aquí, en nuestras vidas, "Casablanca".

Una película que iba a ser un simple instrumento progandístico (con la participación de Ronald Reagan como Rick Blaine),  se convirtió en la genialidad que es, dirigida por Michael Curtiz. 


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Genialidad, también, empezando por sus actores principales: Un Humphrey Bogart fantástico como Rick Blaine (ese tipo, un "pasota", al que no le gusta implicarse en cuestiones políticas, porque esa no es su guerra, y su bando es el suyo propio, aunque fuera antaño un luchador); una impresionante Ingrid Bergman como Ilsa Lund (increíble que, con un simple gesto, una mirada, esta mujer pueda decir tanto), un genial Claude Rains como el prefecto de policía y capitán Louis Renault (un tipo cínico, sarcástico, corrupto -pero pobre, como él mismo dice-, amante de la buena vida, y un "veleta"). Quizás el que más flojo está de elenco principal es Paul Henreid, como Victor Laslo, el contrapunto al actual Rick.


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Junto a ese cuarteto principal, se encuentran una serie de personajes secundarios, alguno interpretado por algún actor conocido, como Peter Lorre, como Ugarte (Al que Rick le dedica una de las frases más lapidarias -en doble sentido- del filme: "Si tuviese tiempo de pensar en tí..., posiblemente te despreciaría"); o el Mayor Strasser, interpretado por el actor alemán, afincado por motivos políticos en Hollywood, Conrad Weidt; y por supuesto Dooley Wilson, que da vida a Sam, un nombre asociado, indudablemente, a esta película (aunque, en realidad, no sabía tocar el piano,ya que era baterista). También el propio actor que interpreta a Ferrari, dueño y  señor del mercado negro, propietario de "El Loro Azul",  es Sydney Greenstreet (conocido por la obra de cine negro "El Halcón Maltés")
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 Y luego, todo un grupo de personajes que pululan por el Bar de Rick ("Rick's Cafe Americain"), desde los camareros (el de la barra o el de las mesas, la chica que despechada sale con un militar alemán, la cantante y guitarrista, el encargado de la ruleta, hasta todos los refugiados que esperan su salvoconducto para huir a América -el matrimonio búlgaro, el banquero...-).
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La primera escena cronológicamente en rodarse fue el romance, el "flash back", en París (Curtiz, frente a la opinión inicial de los guionistas lo consideraba esencial para la historia). La última,  días después del fin oficial de todo el rodaje, con la última frase entre Rick y Renault.



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Precisamente, creo que no existe ejemplo en la historia del cine, no hay ninguna película donde tantas frases, tantos diálogos, se hayan convertido en mito, o se hayan popularizado tanto como en "Casablanca".

Desde el "todo el mundo viene a Rick últimamente" (recogiendo así el título de la obra teatral, nunca estrenada, en que, inicialmente, se basaba la película);

al "El mundo se derrumba y nosotros nos enamoramos"; 

"¿Ha sido un cañonazo o el corazón que me late?"; 

"¿Cuál es su nacionalidad? -soy borracho",

el "-Y... ¿qué diría si nos viera en Londres? -Pregúnteme cuando lleguen.";


o el "los alemanes vestían de gris, tú llevabas un vestido azul", 

"Cada uno debe aceptar su destino, sea bueno o malo";

hasta el "La tocaste para ella, la puedes tocar para mí.  ¡Tócala!".

Y la frase legendaria entre las legendarias: "Siempre tendremos París..."
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Prácticamente, casi ninguna línea de diálogo tiene desperdicio, ya desde el cinismo o la ironía; como desde el patriotismo, la libertad, o hasta el amor (con su más claro ejemplo en esa despedida en el aeropuerto, con la que comencé esta entrada)
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Buena parte de esta película,  la sostiene también la genial interpretación del británico Claude Rains (curiosa la mezcla de nacionalidades en el reparto) cuyos diálogos son auténticamente fantásticos, y cuyo personaje, el capitán Renault, es un lujo para la película: 

"Soy un oficial corrupto, pero pobre", 

"Tal vez subestime usted a esos fantoches americanos. Yo vi a esos fantoches entrar en Berlín en 1918." (frase históricamente no del todo acertada, pero sublime); 

"Le echaré de menos Rick, es usted el único hombre en Casablanca que tiene menos escrúpulos que yo" 

"Más de una vez me he preguntado por qué no regresa usted a América, ¿ qué es lo que hizo ? ¿robó los fondos de una iglesia o se escapó con la esposa de un senador? quisiera creer que mató a un hombre, soy un romántico.". 

O ante el Mayor Strasser, cuando éste le dice "Usted enfatiza mucho lo de Tercer Reich ¿Acaso espera otro?", contesta, denotando su carácter: "Personalmente, me atendré a lo que venga"; 

"- Bueno, está usted en Rick's, y Rick es... un hombre del que yo me enamoraría si fuera mujer. Un ser extraño, misterioso. Así veo yo a Rick. Pero, ¡qué estupidez hablar a una bella mujer de otro hombre!." 

O cuando Rick le dice: "Te estoy apuntando al corazón", contesta sin titubear: "Es mi punto menos vulnerable"
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Y por supuesto, al cierre del local de Rick: "-¡¡Qué escándalo, qué escándalo!!¡¡He descubierto que aquí se juega!!. -Sus ganancias, señor (el "croupier" le entrega su dinero).




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Este gesto de desprecio de Renault ante la botella de agua de Vichy es antológico.

La película fue rodada en plena II Guerra Mundial, 1942, en pleno auge del "Eje", con media Francia ocupada, y la otra con un gobierno "títere" en manos del Mariscal Petain, con "capital" en la ciudad balneario de Vichy, y unos aliados decaídos, y había que animar al combate
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La famosa escena de la Marsellesa es clara en este aspecto, rodada en 23 planos diferentes, para acercar más los distintos sentimientos al espectador) . Uno de los guionistas afirmó que lloró mientras escribía esta escena, y que se dio cuenta de que había acertado, porque eso era lo que quería provocar cuando la vieran.
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Es una escena clave, porque es también un punto de inflexión en la actitud "neutral" de Rick. La mirada de reojo Renault hacia las escaleras (como diciendo "Y ahora Rick... ¿qué vas a hacer?), el asentimiento de Rick con la cabeza a que se toque el himno francés (y de la libertad), los tiranos que intentan imponer su voz son acallados, la emoción de cada uno de los presentes (la chica con lágrimas en los ojos que momentos antes estaba con un oficial alemán, pero que después intenta ahogar sus penas en alcohol -y ahora grita "Viva Francia, Viva la libertad"-; la guitarrista..., y, sobre todo, Ilsa, con esa mirada que pone Ingrid Bergman, que expresa orgullo, admiración, emoción...).




Pero también hay patriotismo o defensa de la libertad y de los ideales de los Aliados, cuando Laslo habla a Strasser que si el cae, vendrán otros que le reemplazarán, o el "bienvenido a la lucha, ahora sé que seremos los vencedores" dirigido al "nuevo" Rick.
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"Casablanca" es un ejemplo de que la improvisación no es, necesariamente, sinónimo de desastre.



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Por otra parte, la película ha sido homenajeada, parodiada, incluso copiada. Homenajeada por  en los dibujos animados Looney Tunes, con Bugs Bunny de Rick ("Carrotblanca"), o "Barrio Sésamo". En parte, parodiada por los hermanos Marx en "Una noche en Casablanca" (que motivó la amenaza de demanda por parte de la Warner por el uso de la palabra "Casablanca, la cual fue respondida por una disparatada carta de Groucho), seguida por series de televisión, que no tuvieron éxito. También la mencionada "Sueños de Un Seductor" dirigida y protagonizada por Woody Allen, junto a su musa Diane Keaton.  ;) Woody Allen es asesorado por el fantasma de Bogart... con un final...  


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La televisión ha estrenado dos series basadas en la película, una en 1955, y otra en 1983 (con David Soul -el que hacía de Hutch- y Héctor Helizondo -el director de hotel de "Pretty Woman"-, como Rick y Renault, respectivamente), ambas con más pena que gloria. Y hasta Matt Groening se ha atrevido a caricaturizar a algunos personajes de la película en "Los Simpsons".


Se habla del posible rodaje de una secuela, con el hijo de Rick y Elsa como protagonista. Particularmente, prefiero que todo quede como está.
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Inolvidable. El tiempo pasará, pero la magia del cine perdura después de generaciones. Una hermosa amistad la de muchos cinéfilos hacia esta película.




3 comentarios:

Athena dijo...

Estupendo post sobre la "mejor peor película de la Historia del Cine" (peor por lo de improvisada, pero vamos... Obra maestra finalmente).

En ella no se da puntada sin hilo, todas las frases son para enmarcar (me encanta la escena de Rick con Strasser "¿Tengo los ojos marrones? o "Hay sitios de Nueva York a los que no le recomendaría entrar").

Y soy fan absoluta de Renault.

Tigretón dijo...

Gracias, Athena. Volví a verla ayer por... He perdido la cuenta de las veces (debe ser la película que más veces he visto). No recuerdo el suspense de la primera vez que la ví (sobre con quién se iba a quedar ella, qué pasaría con Strasser, o cuando Rick dispara a éste). Como siempre, cada vez aprecio más detalles.

Las dos frases que indicas también son míticas.
Y el personaje de Renault es fundamental. La película no sería lo mismo sin él . Por cierto, en la versión original aprecio acento francés en el capitán Renault, que el doblaje no tiene. Lo prefiero. Buen doblaje, en líneas generales, además.

Tigretón dijo...

Vaya. Ahora, no aparecen en la entrada los vídeos que yo mismo he insertado. No sé si es culpa del navegador o del Blogger. :(