Se consumó. Aunque las matemáticas dicen lo contrario, la realidad confirma el virtual descenso. Un equipo desnortado, con muchos jugadores sin compromiso (excuso a algunos), un entrenador pésimo, que ha hecho que Jose González (el míster con el que se produjo el anterior descenso a 2ªB) parezca Rinus Michels,Guardiola,Molowny y Luis Aragonés, todo en uno.
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Hace un par de años, un par de temporadas futbolísticas, comentaba en este blog el ascenso a 2ªA del Real Murcia. Ahora hay que lamentarse de un descenso a 2ªB, que, no por anunciado deja de doler a los fieles murcianistas. Más cuando se trata de un club histórico, el que más veces ha sido campeón de 2ª y más ascensos tiene a 1ª (pero nunca terminamos de consolidarnos en la División de Oro)
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Este club, lo decía también cuando la fatídica tarde de Montilivi, tiene la capacidad extraordinaria de sobrevivir. Esa capacidad no se la dan los dirigentes, ni los políticos, se la han dado los aficionados, los fieles. Los que han seguido al equipo en campos diversos, desde el Bernabéu hasta los campos de tierra de Tercera. Y por eso el Murcia es grande, a pesar de todo. Poniéndome cursi, podía decir lo del Cantar de Mío Cid: "Dios, qué buen vasallo, si hubiese buen señor".
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La primera decepción, el primer golpe.
Aquella maldita tarde de 1991, en que, siendo muy, muy joven, experimenté y experimentamos muchos el primer desaliento, el primer "palo" como murcianistas. Acostumbrados a un Murcia que era el Madrid o el Barça de 2ªA, un equipo "ascensor", siempre entre 1ª y 2ª, aquella temporada nos parecía un paseo militar para volver a 1ª. Solamente el Deportivo (que llevaba muchos años sin pisar 1ª) y el sorprendente Albacete de un joven entrenador, Benito Floro, nos seguían, pero a larga distancia. El Murcia fue perdiendo ventaja respecto a sus perseguidores, empatando partidos increíbles. Hubo que jugarse el ascenso a una carta en el último partido en Riazor frente al Depor (que al año siguiente se convertiría en "Super"). Esa tarde de Riazor, esa derrota de un equipazo contra otro, fue la primera (y no sé si la única, porque quizás me pasó cuando España ganó el Mundial) en que se me han saltado las lágrimas tras un partido. Líderes de 2ª, desde la 1ª jornada para dejar de serlo en la última.
(La cubierta de Riazor ardiendo, y el retraso al inicio de aquel partido que supuso el ascenso deportivista y el principio del penar del Real Murcia)
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Segunda decepción y los "años grises".
Llegó la temporada siguiente, el equipo se salvó deportivamente del descenso a 2ªB, gracias a la intervención de Don Joaquín Peiró, todo un caballero y un gran entrenador. Sin embargo, llegó junio de 1992, y el Real Murcia no pudo conseguir el capital necesario (su deuda de entonces: 900 millones de pesetas) para convertirse en Sociedad Anónima Deportiva, polémica con Ayuntamiento incluida, e iniciativa de algún grupo de socios. El Presidente de entonces, Sr. Garrido se va por la puerta de atrás, dicen que comprometiendo su patrimonio, vendiendo a Paco Jémez (actual míster del Rayo) al equipo vallecano por una millonada de entonces. El Real Murcia fue "víctima de un desamor", porque entre todos, lo llevaron, por 1ª vez en su Historia a 2ªB. De tocar 1ª a 2ªB, pero con un activo: Su estadio.
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Llegaron los "años grises", porque a pesar de volver a subir al año siguiente, al haber mantenido el mismo equipo prácticamente que en 2ª, se vuelve a bajar por lo deportivo a 2ªB, y al año siguiente, a 3ª División Grupo XIII. Inaudito. Campos de tierra, césped artificial...
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Hasta en 3ª aficionados fieles, aficionados en esos campos sin grada o con la grada encima de los jugadores. La estancia en 3ª duró un año. El Murcia arrasó.
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La 2ªB se hizo larga. Eran los años que yo llamo de "-¿Pero todavía sigues yendo a ver al Murcia?". Jugar contra equipos andaluces o contra equipos catalanes y valencianos.
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El punto de inflexión.
25 de junio de 2000. Tantos años después, Pepe Aguilar devolvía por fin al Murcia a 2ª División con el histórico gol en Granada. Volvimos a 1ª, aunque de forma efímera, en dos ocasiones. Llegamos al centenario en 2008 (¡quién lo hubiera dicho en los 90, cuando tanto se hablaba de desaparición!). Llegó Montilivi... y volvimos, aunque ahora estemos en el pozo.
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Jugadores, Gestoras, Directivas, Presidentes... Todo pasó, todo pasa. El capital social será mayoritario de unos, pero los sentimientos mayoritarios son de otros. A muchos nos duele más lo sucedido que a otros que están arriba, aunque digan que lloraron ayer tarde. Seguro. Si el Murcia siguió vivo tras todas esas decepciones, tras todos esos palos, es por esos fieles. Y seguirá vivo, no me cabe duda.
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Desde que mis padres me llevaron a un entrenamiento del Real Murcia con la camiseta con el número de un jugadorazo, un extremo pimentonero, de mediados de los 70, llamado Pepe Cristo (pero del que, por cierto, no recuerdo ni una sola jugada, por mi edad entonces) soy apasionado de este club. He vivido su mejor y su peor etapa (los 80 y los 90) y hasta ahora. He viajado, he reído, he disfrutado, he sufrido, me he emocionado, he conocido gente extraordinaria, he vivido momentos inolvidables...
Como dice el viejo himno del Real Murcia...
"Tras amplia singladura
de espinas y laureles,
hoy cantamos al Murcia,
club de nuestros amores.
Nos dio mil alegrías,
también cien sinsabores,
Mas siempre en su regazo,
Permanecemos fieles"
Viva siempre el Real Murcia.
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