lunes, 27 de septiembre de 2010

Casi como en "Un día de furia"





No sé si ha estado a punto de suceder, yo no hago eso, pero lo he pensado. Al final no ha pasado nada más de lo que voy a contar. No ha despertado el gigante verde y me he quedado en el Doctor Bruce Banner.
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No me he vuelto un Mr. Hyde por momentos, aunque, desde luego, me hubiera desahogado.
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Lo admito he tenido un mal pensamiento que ha cruzado por mi mente por unos segundos.
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Me han dado ganas de tirar a uno o dos mindangos de sus bicis, mientras corrían por la acera (no vayan a pensar que voy a hacer como Michael Douglas).
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Y es que va uno corriendo, terminando de hace ejercicio. Una acera no muy concurrida pero con bastante gente. Aparecen, entre todos los caminantes, tres o cuatro de los mencionados mindangos a velocidad bastante considerable, por la acera, haciendo "caballitos", "eses" y levantándose del sillín. Me ven que, de frente, vengo yo corriendo con mis auriculares puestos. Uno hace amago de ir en dirección hacia mí, al instante el otro igual. No puedo bajar de la acera (hay tráfico por detrás). Me quedo quieto, inmóvil y bajo los brazos. Entre risotadas de los sujetos, vuelvo una mirada airada hacia el que parece el "listo" del grupo. Pasan a uno y otro lado mío, literalmente pegados a mí, y yo en medio, a toda velocidad. En esas centésimas de segundo, y dado lo sucedido días atrás, que Dios me perdone, y me perdonen por parecer un bestia, pero de verdad, vuelvo a insistir en que me perdonen, confieso que he tenido la tentación de meter un poquito el cuerpo y tirar al menos a uno...
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Sólo ha sido un pensamiento. Soy una persona pacífica, de verdad, pero es que, repito que los acontecimientos de los últimos días me han hecho tenerlo...

3 comentarios:

Antonio Rentero dijo...

El día que te salga la Masa de dentro "aquí va a haber una masacre del cagalse" (c) Makinavaja

Tigretón dijo...

Bueno, bueno, ya ha salido alguna vez de forma incipiente. El microclima de Agridulce, por ejemplo, especialmente durante una pachanga matinal... Aunque, eso sí, no la tomaba con nadie en particular, sólo me iba del campo "rebotado", dejando a mi equipo con uno menos (fantástica forma de protestar contra un penalty en contra, que el contrario sabía aprovechar intentando mosquearme, y sacara la Masa que llevo dentro :) )

Yo y mis rebotes... En fin.

Tigretón dijo...

Ahora bien, prosigo, ayer me pasó de nuevo uno en bici (esta vez era del otro lado del charco). Venía por detrás mío. Casi me arrolla. De nuevo el mismo pensamiento. Y antes con unos con patines y las manos atrás cogidas. Ahora entiendo el porqué la ropa de deporte llega a mi casa hecha jirones...