Casi cinco años después toca despedirme, o mejor decir: "hasta luego" (cuando se dice "hasta siempre" suena a despedida, de todas formas), y es que realmente es un "hasta luego", porque pienso volver, de verdad.
Recuerdo que, después de un período fuera de Murcia, volvía a mi Región, que era la primera vez que realmente tenía un trabajo de verdad en mi Comunidad (anteriormente no se puede hablar de trabajo los sitios que estuve, no por la calidad de lo que hacíamos, sino por el poco tiempo que duré en ellos).
Tras una estancia en el Norte de España, pasada bien pero con cierta morriña, estaba cerca de mi casa, en la provincia de Murcia, y trabajando en algo que me gustaba.
Confieso que tardé en adaptarme un poco los primeros días de trabajo, adaptarme de nuevo a la forma de ser de mis paisanos murcianos (aunque fueran de fuera de la capital, que también tienen su idiosincracia), acostumbrado ya a la manera de ser de las gentes del Norte. Era como si todo fuera nuevo para mí y llevaba casi tres años en esto (aparte de mis estudios). En muchas cosas hubo que ponerse al día.
Las relaciones laborales y personales fueron distintas y satisfactorias. En el trato con los clientes no me puedo quejar, creo que siempre traté a la gente con atención, respeto, amabilidad y educación, y hubo personas a las que se puede decir que "me gané". También hubo algún mal momento con alguno (si bien se pueden contar con los dedos de una mano y no completaríamos toda la mano), sobre todo al principio de llegar (mi falta de experiencia aún) en que quizá yo debí tragarme el orgullo y "tener más mano derecha", pero ya digo que son excepciones contadísimas, y en líneas generales, casi absolutas me encuentro totalmente satisfecho con el trabajo realizado cara al público. Poco a poco fui aprendiendo el carácter, y siendo en cierto modo, a veces confesor de muchos (a veces muy, muy, muy paciente), amigo de otros, otros me verán como un simple trabajador que pasó sin pena ni gloria por allí.
En cuanto al ámbito general, he vivido en lo personal momentos inolvidables de la historia de España: desde el 11-M, elecciones generales o locales, el referéndum sobre la Constitución Europea, la boda del Príncipe...
En mi relación con mis compañeros, pude en algún momento tener "mis más y mis menos", pero teniendo en cuenta la forma de ser de cada uno, la verdad es que les he llegado a apreciar y a tomar cariño: Juan, Concha, Ana, Mari Carmen (el tiempo que estuvo con nosotros por baja de la anterior, y que le sirvió para colocarse en su nuevo trabajo) y yo formamos un auténtico equipo, y sufrimos malos momentos (pocos creo) y muchas alegrías (recientemente se han incorporado Dolo y Diego, a los que no olvido). Hemos tenido ratos de auténtica risa, hemos sufrido la pérdida de seres queridos de unos y otros, hemos comido juntos estupendamente en los más variados sitios, hemos ido de juerga, hemos aprendido cosas unos de otros... Y además de compañeros de trabajo creo que he ganado amigos.
Creo que he conocido mucha gente que supongo me aprecia, algunos personajes del pueblo como el "Cartagenas" (espero su intervención en la 7 en el programa de Carlos Lozano al que está invitado hace tiempo, doy fe), Ramón, Alfonso "Felisas", Jose de una Caja de Ahorros, Paco de la misma Caja, Charo de otra, etc, etc...
He conocido las fiestas, las costumbres...
En este tiempo he perdido a un querido tío carnal y a una tía-abuela (que para mí era como mi segunda abuela), se ha casado mi hermana, han nacido mis dos sobrinas, mi padre sigue estupendo (y mi madre), me he comprado mi coche con mi préstamo (aunque no me independizo), etc. Y parece que fue ayer cuando entré en aquél pueblo...
Ha tenido sentido en mí la frase de Teresa de Calcuta: "¿Cuál es... la distracción más bella: El trabajo. La mayor satisfacción? El deber cumplido. "
En plan Mc Arthur diré que volveré (desde luego sólo para ocio), y es rigurosamente cierto.
Ahora empiezo una nueva etapa, Dios quiera que sea tan buena como ésta
3 comentarios:
Te lo has currado, Tigre... un post de 10!!!
Lo mejor es que afrontas sin miedo la nueva etapa, como debe ser, no hay que tener miedo al cambio.
Mucho ánimo en esta nueva singladura de La Linterna.. uy, no, eso es de otra cosa ;-)
Muchas gracias tocayo por esa nota que me das, el post me ha salido del alma, y a veces es difícil expresar con palabras todo lo que uno siente. En mi caso siento bastante pena por dejar un lugar (y su gente) en el que me sentí muy bien (el mejor desde que terminé la carrera)y esperanza por lo que se empieza.
En cuanto a lo de que afronto sin miedo ahora sí, pero debo confesar que algún rato de debilidad pasé al principio este verano, muy al principio, hoy prefiero no pensar en nada que me preocupe, tener confianza y afrontar la realidad, hay que estar animado en esto y en todo, porque si no... ¿dónde vamos?.
En cualquier caso, la otra tarde en que fugazmente nos cruzamos en las Cuatro Esquinas (realmente iba yo con muuucha prisa, sorry) te vi muy guapo con esa chaquetica negra de pana moderna... así que aprece que los cambios son para bien, que la vida a veces es como el yogur del Jose Coronado, y los cambios por dentro se nos notan por fuera ;-)
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