domingo, 23 de mayo de 2010

Y otros treinta años: Del Comecocos (Pac-Man)

Este fin de semana hay otro 30 aniversario curioso y ochentero. Al ya señalado de una gran película como es "El Imperio Contraataca", tenemos el de "Pac-Man" (popularmente conocido en España como "Comecocos").
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Eran los tiempos de las primeros videojuegos, de las primeras recreativas, que funcionaban a monedas de 25 pesetas (las de la corona en la "cruz", cuando no era la versión franquista que todavía quedaban) o de 50 (tenías más partidas). No tardaron aquellas máquinas en destronar a los pin-ball (aunque servidor también era un buen aficionado a su partidica a estos últimos), si bien en un principio compartieron salones recreativos y bares. Recuerdo en Murcia en la Gran Vía enfrente del actual Elektron había máquinas que te dejaban con la boca abierta, y eso que hoy darían risa, por sus gráficos vectoriales, o sus simples píxeles. Normalmente eran juegos de aeronaves, aunque estaba el clásico de ping-pong (el primer videojuego fue el "pong"), incluso estaban juegos como uno de un submarino con su periscopio y alguna maquinita con forma de coche (apariencia más que juego, que además eran bastante cortos, y daban poco de sí).
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Predominaron pronto los juegos de "marcianitos", aquellos que dieron lugar a aquella canción "Marcianitis Total", que se hizo famosa en su día. Se empezó por el Space Invaders, y luego los "Galaxian" y "Galaga" (las nave de los marcianitos llegado un momento de la partida, bajaban hacia donde estaba tu nave, no estaban tan estáticos como en el Space Invaders).
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Llegado 1980 llamó la atención sobremanera un juego como el "Berzerk", en el que había voces humanas: "Atrapad al intruso", "El humanoide no debe escapar", "Intruso alerta, intruso alerta" (lamentablemente no he podido encontrar las voces en español del juego).

Y sobre todo llegó el Pac-Man. Sólo "Tetris", años después, llegó a gozar de una popularidad tan grande. Aquella especie de smiley amarillo que comía puntitos perseguido por malvados fantasmas a través de un laberinto, aquella musiquita de inicio (o cuando conseguías fase de bonus), aquellos sonidos diversos...
Recuerdo viciarme al Pac-man en La Manga sobre todo, en la cantina de la desaparecida Escuela de Vela 2 Mares (cantina que llevaban unos belgas, que tenían por ejemplo hamburguesas riquísimas). Entre hamburguesa y hamburguesa nos echábamos unas partidicas al Comecocos. Yo era casi un experto. Luego llegó Ms. Pacman, el Piranha, e imitaciones y secuelas varias.
Hoy sobrevive (como ocurre con otros juegos llamados clásicos) gracias a los emuladores, a los móviles. Larga vida a Pac-Man. Gracias por esos buenos ratos


1 comentario:

Wunderkammer dijo...

Cierto, no habrá nada como los Comecocos y el Tetris :D