viernes, 23 de mayo de 2008

Dies irae (Día de la ira)

Y no me refiero al Juicio final (que según dicen se acerca, dado que el Chikilicuatre es su heraldo).
Mañanita de órdago la de hoy en el trabajo. Al menos dos personas totalmente desconocidas para mí hasta hoy (más una tercera, caso aparte) se han "rebotado", absurdamente y sin motivo alguno, es decir, ellas solitas. Se trataba de personas en principio de carácter normal pero que han resultado especiales y se han revelado, cual Doctor Jekill en Mr. Hyde con cierta (por no decir "con toda") mala "milk" y bastante mala educación.

Ante preguntas del tipo "buenos días", respuestas del tipo "¿Estabas mirando a mi novia, eeeeh?, contraréplica mía del tipo "no, no, en absoluto", nueva respuesta del homínido en cuestión, del tipo: "¡¡Queeeeé!!!, ¿cómo? ¿Es que no te gusta mi novia?...". Y, así, y así, absurdas réplicas por el estilo (pero sin novia de por medio, era un ejemplo)

¿Qué les habrá pasado a esas personas? ¿Serán así habitualmente? o ¿Era sólo hoy? ¿Era el día y el momento inadecuados?

Si hace una semana decía yo que era necesario un estudio psicológico sobre lo que hacen algunos al entrar en los ascensores; digo hoy que debería haberlo también (sociológico, incluso) acerca de algunas personas que, en cuanto se ponen delante de una ventanilla, mostrador o mesa de despacho de otros, que simplemente cumplen su trabajo, se creen con derecho a echar a esos otros la bronca, sin motivo alguno, y a ponerse irascibles ante el sólo hecho de que se les adviera lo que tienen que hacer (y todo en beneficio de esa persona) e incluso, a veces se "cabrean" con el que les acompaña ("¿ves?, Te lo dije, Pepito, teníamos que traer eso").

Es lo que tiene trabajar tanto de cara al público... En los pueblos todo es distinto, el número de "lecheagriados" que pasan delante de uno es estadísticamente menor, lo tengo comprobado.

Creo yo que en el médico no pasan estas cosas: Se hace lo que dice el doctor y punto, y pelota, y "match ball". Que tiene que operarse usted de apendicitis o de diverticulitis que, no parece una cosa no muy divertida, o este análisis de sangre, orina o "material reproductor" (como dice la lex) o lo que sea, pues a operarse y que haya suerte (todo esto lo supongo yo, aunque nunca he preguntado a algún amigo médico si se le han presentado casos. A lo mejor supongo mal).

En fin, igual en una sociedad "avanzada como la nuestra", es mucho pedir que algunos tengan más educación y sean menos irascibles. Es mucho pedir, y terminas "contagiado" del "cabreo"

6 comentarios:

Antonio Rentero dijo...

Si es que como en los pueblos no se vive en ningún sitio.

Antonio Rentero dijo...

Acabo de caer, tb podrías hacer el doctorado y atender al público con bata blanca y que en el bolsillo de la pechera ponga DOCTOR T.

Si alguno se te pone farruco le dices "no se me ponga chulo que le quito el café y el tabaco".

Tigretón dijo...

Totalmente de acuerdo. La pena es que eso que dices no se haga realidad, porque hay alguno, que porque te contienes, que si no...

Athena dijo...

Pues imagine, Tigretón, lo que es eso que usted cuenta en su post, pero multiplicado por 25 (alumnos) y todos a la vez. Después puede usted sumar algún papá o alguna mamá, que tampoco viene mal.

En cuanto a los médicos, también tienen sus problemas, no se crea que se les respeta tanto como antes.

Tigretón dijo...

Lo de los profesores no lo dudo en absoluto, y a veces seguro que no se sabe quien es más maleducado, si los padres o los hijos.

Lo de los médicos, insisto en que tengo que contrastarlo, pero puede que tengas razón, Athena.

Tigretón dijo...

Por cierto, me da alegría ver más gente por aquí