viernes, 16 de enero de 2009

Y siguiendo con los recuerdos infantiles... Cumpleaños felices de ayer y hoy



No, no, aún no es mi cumpleaños, es mi no-cumpleaños como en el país de Alicia.

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Mi reflexión viene de la experiencia reciente con mi sobrina mayor y ahijada, de cuatro años. Mi hermana va últimamente loca con los regalos para sus amiguitas y amiguitos: Gormittis por aquí, coches... y cosas varias.
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Bien, normal. Pero lo más alucinante son los planes de las fiestas de cumpleaños infantiles de ahora: Parques de Atracciones, Hinchables, Camas con bolas de plástico, incluso visita al Terra Natura con actuaciones o payasos incluídos. Ante tales fiestas y espectáculos, la pobre chiquilla debe alucinar. Tanto es así que recientemente ha pedido que su cumpleaños, que se celebra en Agosto, y al que acudimos la familia exclusivamente, y lo celebramos en casa, pase a celebrarse en invierno, para que pueda invitar a sus amigos (totalmente comprensible), pero también quiere algo especial, alguna fiesta del tipo de las citadas... (¡¡¡¿?¿).
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Y claro, entonces recuerdo como eran los cumpleaños (o santos) de cuando uno era niño (incluyéndome a mí, pero sólo en el caso de mi santo, en junio, ya que mi cumpleaños es en julio. Ya lo sabéis).
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Llevábamos caramelos a clase, que repartíamos entre los compañeros (uno o dos por cada uno, según). Ahora llevan todo tipo de "chucherías", incluso hasta plastilina, magdalenas con chocolate, etc. Por la tarde, al salir del colegio, teníamos la fiesta en casa del homenajeado. Te servía para conocer la casa de ese compañero, sus juguetes, a sus padres, hermanos...
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Luego venía la merienda, que consistía en sandwiches con pan de molde sin tostar, bocadillos varios o mediasnoches, estrellitas de patata, ganchitos o gusanitos, refrescos (normalmente "Fantas") y la tarta, a veces incluso hecha por la propia madre (tarta de galletas con chocolate ¡hum!). Mucho tiempo jugando hasta que tu madre pasaba a recogerte (si es que no se quedaba con las demás en algún lugar de la casa). Es similar a lo que ha ocurrido a los convites de las comuniones (el mío fue en mi casa, y mi madre fue la que se encargó del menú). Vamos, "igual" que ahora.
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Espero que mi sobrina siga nuestro ejemplo en aquellas modestas fiestas de cumpleaños...

4 comentarios:

Wunderkammer dijo...

Pues no disfrutaba yo en los cumpleaños de nuestros tiempos, con la fanta, los gusanitos de queso y la tarta de chocolate y galletas María...

Mucho mejor que el rollo de las bolas de ahora.

Tigretón dijo...

Totalmente. De todas formas esta tarde mi sobrina ha cambiado de parecer... Me ha dicho que quiere celebrarlo en verano, en su día y en la playa. Todo correcto, bien.
Peeero... que en un autobus vengan tooodos sus amigos del cole (se entiende que desde sus lugares de veraneo, o donde estén), haciendo un recorrido (por la costa)...je, je ;-)

Un rollo total lo de ahora, sí señora. Nosotros a lo máximo que llegabamos era a jugar al Enredos, o a que nos pusieran alguna película de vídeo (alquilada previamente al efecto)

Wunderkammer dijo...

En los cumples hasta organizábamos concursos del "1, 2, 3", me acuerdo un cumple lo bien que lo pasé y que llegué hasta el final... la anfitriona lo organizó genial, con sus preguntas y todo y luego los regalos que había que ir eligiendo.

Qué tiempos... Y qué gracia lo de los caramelos, porque te llevabas la bolsa a clase con los 40 caramelos contados.

Athena dijo...

Tal cual lo cuenta, querido Tigretón, han sido mis cumpleaños y los de mis hermanas. Hasta no hace mucho seguí haciendo la tarta de galletas con chocolate. Ahora he descubierto que en la confitería del pueblo donde vivo la hacen. Será cuestión de probarla, a ver si está tan buena como las de mi madre ;)

Nostálgico post, como los últimos que ha escrito...